Las iglesias de los arrabales

Además de las diez "parroquias del Fuero" que menciona la carta foral de 1202, todas ellas intramuros del recinto cristiano, Madrid dispuso durante la Edad Media de otras dos en los arrabales (San Ginés y Santa Cruz, quizá existentes ya en el siglo XIII), de un monasterio benedictino (San Martín, siglo XI/XII) y dos conventos (Santo Domingo y San Francisco, principios del siglo XIII).


SAN GINÉS

La iglesia de San Ginés está documentada ya en 1332, pero suponemos que probablemente existiera desde el siglo XIII, pues Juan Diácono escribe en la segunda mitad de dicho siglo sobre un "arrabal cerca de la iglesia de San Martín", quizá en referencia a este sector de la villa. Lo que no es sensato, desde luego, es retrotraer su fundación al siglo IV, como pretendió Quintana, o considerarla parroquia mozárabe establecida en el arrabal. Como origen de su advocación se han propuesto un inexistente Ginés madrileño, martirizado aquí en tiempos de Juliano el Apóstata, o el también mártir Ginés de Arlés.

El edificio parroquial se ubicaba en el mismo lugar que el actual, calle del Arenal 13 entre la de Bordadores y el pasadizo de San Ginés, con el cementerio en la zona del solar situada entre dicha calle del Arenal y el templo (luego lonja o atrio), que estaba bastante retranqueado con respecto a aquélla. Aquí se enterraba a los sentenciados a la horca, cuya ejecución se llevaba a cabo en la cercana Plaza Mayor.

En esta parroquia fue bautizado don Francisco de Quevedo, el 26 de septiembre de 1580.

ROBO DE 1354

Obra de judíos según la tradición, este robo ocurrido en 1354 dejó al templo vacío de objetos litúrgicos: fue necesario que Inocencio VI, en Bula despachada en Aviñón en 1358, concediese gracias y perdones a cuantos "contribuyessen para las cosas necesarias del culto diuino, por que por falta de ellas no se extinguiesse". Se dice que los saqueadores, mientras cometían el robo, degollaron a un anciano que encontraron orando ante una imagen de la Virgen, a cuyos pies colocaron la cabeza cortada; ése sería el origen de la advocación que luego tomó la efigie, Nuestra Señora de la Cabeza. De igual modo, las crónicas especificanel destino de los ladrones una vez capturados: fueron arrojados por el cercano barranco de la Zarza.

REPARACIONES

En 1642 se arruinó totalmente la capilla de los Guillén, lo cual obligó a derribar toda la iglesia. Fue Diego de San Juan quien financió con 70.000 ducados la reedificación del templo, que se ejecutó bajo la dirección de Juan Ruiz y terminó en 1645 (1672 según algunos autores). En 1756 se restauró y renovó parte del edificio, según planos de Diego Villanueva o Francisco Sánchez. Finalmente, un incendio ocurrido el 16 de agosto de 1824 destruyó nuevamente casi todo el templo, en especial la cabecera. Se terminó de reedificar en 1872 por el arquitecto José María Aguilar, manteniendo su forma y disposición anteriores. Tras la guerra civil se restauró el edificio, rehaciéndose los paramentos de ladrillo y mampostería, eliminando enlucidos y completando la entrada de la calle de Bordadores.

TORRE

De la aguja con cruz que remata la torre, dijo Mesonero Romanos que "viene a ser un verdadero pararrayos, pues sirviéndole luego de conductores las aristas del chapitel, representa en algunas ocasiones el fenómeno de aparecer éstas iluminadas, con no poca sorpresa y alarma de los vecinos y transeúntes. Este fenómeno fue observado a principios de este siglo por un monje de San Martín".

CAPILLAS

- CAPILLA DEL SANTÍSIMO CRISTO: Hacia 1360, Pedro (o Juan) González, capellán de Pedro I y beneficiado de esta iglesia, fundó o renovó una capilla en la que se veneraba "vna Imagen de Christo crucificado de mucha antigüedad". La capilla se labró de nuevo en 1656, "y con un grande aparato de Octava, Procesión, Altares, etc. se colocó el Domingo 28 de Mayo a la soberana Imagen en su nuevo Altar".
- CAPILLA DE GUILLÉN (capilla Mayor): La fundaron y dotaron, en 1483, Gómez Guillén, regidor de Madrid y tesorero de los Reyes Católicos, y su esposa María Guillén, con licencia de Pedro González de Mendoza, arzobispo de Toledo.
- CAPILLA DE MONTALVÁN (capilla del Lagarto): Se situaba a los pies de la iglesia, del lado de la Epístola. Fue fundada en 1522 por Alonso de Montalván, aposentador de los Reyes Católicos, con ocasión de haber encontrado en las Indias una imagen de Nuestra Señora mientras se intentaba capturar un caimán. Montalván colocó en esta capilla la efigie, "la qual es de talla de muy hermosas facciones, tiene el Niño al lado izquierdo como las muy antiguas, es sólo de medio cuerpo arriba, y muy bien acabada", dándole la advocación de Nuestra Señora de los Remedios, así como la piel del caimán, "que era de más de tres baras de largo, las manos y pies cortos, y más gruessos que vn brazo, el cuerpo del grosor del de vn hombre", rellena con heno y paja.
- CAPILLA DE BARRIONUEVO (capilla del Alma): Fue comprada por esta familia en 1565 a los Lujanes del Arrabal, y fundada y dotada por el licenciado García de Barrionuevo y Peralta, cuya estatua orante se conserva en ella. Se la conoció como Capilla del Alma "por el gran número de Missas que en vida hizo dezir (su fundador) (...) por las ánimas del Purgatorio, de quien fue deuotíssimo". Fueron 400.000, según Quintana, las misas ofrecidas por el licenciado; González Dávila reduce el número a 340.000. Quince años después de la muerte del fundador (9 de febrero de 1613), "abriendo el ataud se halló su cuerpo tan entero, fresco y de buen olor, como si acabara de morir".
- CAPILLA DE XIBAJA: Se situaba junto a la del Alma, y tenía entierro en ella el mayorazgo de los Xibaja, cuyas casas se encontraban en la calle Mayor.

CRIPTA

Bajo la capilla del Santísimo Cristo se construyó entre 1651 y 1659, con proyecto del arquitecto Juan Ruiz, una cripta llamada de San Ginés, en la que durante todas las noches de Cuaresma, y en el resto del año tres días a la semana, se hacían "exercicios espirituales de Oración, Meditación, Sermón y Disciplina". Al parecer, estas penitencias, practicadas a oscuras y entre altas voces y lamentos, dieron lugar a que interviniera la Inquisición en más de una ocasión, exigiendo que los ejercicios se realizaran con luces y sin desnudeces.

La capilla estaba bajo la custodia de la Real e Ilustre Congregación del Santísimo Cristo de San Ginés. Constaba de tres capillas con altares en las que se veneraban sendas efigies de Cristo representando escenas de la Pasión: "una del Señor atado a la columna, y otra en el paso del Ecce-Homo, ambas hechas por Giacomo Colombo, y la tercera de Christo caydo con la Cruz acuestas por Nicola Fumo". Las imágenes fueron donadas en 1699 por Pedro Fernández del Campo y Angulo, marqués de Mejorada y la Breña.

COFRADÍAS

Además de la congregación ya mencionada, existían en esta parroquía otras tres: las Archicofradías Sacramentales de San Ginés (fundada en 1434) y San Luis (fundada en 1800), y la Real Hermandad del glorioso San Jerónimo (documentada desde mediados del siglo XVIII y constituida por el gremio de mercaderes de libros).


SANTA CRUZ

La iglesia de Santa Cruz tuvo sus orígenes no antes del siglo XIII, tomando seguramente advocación de origen extranjero y situándose en el camino de Atocha. Son sin duda fruto de la imaginación las afirmaciones de Quintana haciéndola "en sus principios Ermita", luego "en tiempo de los Árabes (...) Iglesia Mozárabe, por estar fuera de los muros", y más adelante, "como con la deuoción de nuestra Señora de Atocha fuessen muchos por aquella parte haziendo a trechos caserías (...), hiziéronle Beneficio rural (...), y era vno de los más estendidos que auía en Madrid, pues todo lo que toma al presente la Parroquia de San Sebastián estaua dentro de su colación". Estaba situada en la confluencia de las calles actuales de Esparteros y Bolsa.

El templo sufrió dos incendios, en 1620 ("en que se quemó la sacristía con muchas alhajas, ornamentos, y papeles") y 1763 ("en que padeció toda la Iglesia consumiéndose las Imágenes, pinturas, alhajas, y hasta el Santísimo Sacramento, y hundiéndose la media naranja"). Se terminó de reparar en 1767, y fue finalmente derribada, ya de modo definitivo, entre 1868 y 1869. Parte del solar se empleó para ensanchar la plaza y calles adyacentes.

La iglesia actual, obra de Francisco de Cubas y Miguel Olabarría, fue construida en 1902 sobre un solar cercano pero distinto al original, en la calle de Atocha, 6.

TORRE

La torre de esta parroquia era llamada atalaya de la corte, en contraposición a la de San Salvador, que se conocía como atalaya de la villa. Ambas ostentaban los blasones de Madrid y tenían relojes cuyo mantenimiento corría a cargo del propio Ayuntamiento; además, eran las encargadas de tocar las campanas cuando ocurría un incendio. Ésta de Santa Cruz se derribó por ruinosa en 1632, y la construcción de una nueva, que comenzó en 1634, no concluyó hasta 1680: es la que dibujó Texeira, con planta cuadrada, cuatro cuerpos y linterna, totalizando una altura de unos 40 m.

CAPILLAS

- CAPILLA DE PRADO: La fundó hacia 1450 Juan de Prado; estaba situada junto a la capilla mayor.
- CAPILLA DE RAMÍREZ: Fue, si no capilla, al menos altar fundado hacia 1499 por Francisco Ramírez el Artillero, "entierro antiguo de sus passados", dedicado a San Onofre.
- CAPILLA DE CASTILLO: Estaba dentro de la capilla mayor, y fue fundada en 1628 por Lorenzo López del Castillo, regidor madrileño y secretario real, "para entierro de sus passados, suyo y de sus descendientes". Se dedicó a la Asunción de Nuestra Señora.
- Además de estas capillas, ha quedado constancia de un altar dedicado al santo Job (cuya festividad, el 10 de mayo, se celebraba "con solemnidad y sermón").

COFRADÍAS

- COFRADÍA DE Nª Sª DE LA NATIVIDAD Y SAN ANTONIO DE PADUA: Estaba integrada por el gremio de sastres. Existía todavía en el año 1759.
- CONGREGACIÓN DE LA CARIDAD: Se dice que fue fundada por Juan II (1421) para atender al culto de una supuesta iglesia de Nuestra Señora de la Concepción -probablemente, simple institución benéfica- situada donde las posteriores Caballerizas de Felipe II. Junto a ella se construyó en 1485 el hospital del Campo del Rey. En 1587, tras la reducción de los hospitales, la cofradía se trasladó a esta parroquia de Santa Cruz. Dice Quintana que la cofradía tomó la advocación de Nuestra Señora de la Caridad "por la mucha que los hermanos della hazen, assí con los difuntos, enterrando los que se hallan muertos por las calles y en el campo y los ajusticiados, dando a vnos y a otros sepultura, como con los viuos, casando tres huérfanas cada año, a quien dan veynte y tres mil marauedís de dote".
- CONGREGACIÓN DE LA PAZ: Inicialmente establecida en el cercano hospital de Nuestra Señora de la Paz (1568), se trasladó a esta parroquia en 1587, quedando unida desde entonces a la congregación de la Caridad. Todavía existentes en el siglo XIX, Mesonero Romanos dejó constancia de que ambas congregaciones "asisten a los reos de muerte desde el momento que entran en la capilla de la cárcel, les acompañan al suplicio y cuidan de su enterramiento, el cual se verificaba antiguamente en esta parroquia el de los degollados, en San Miguel de los dados garrote, y en San Ginés el de los ahorcados (...). También antes (y todavía lo hemos alcanzado a ver) se recogían el Sábado de Ramos por las mismas cofradías las cabezas y miembros de dichos ajusticiados, que solían exponerse en los caminos públicos".


 

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